martes, 1 de julio de 2014

Dia 01: Córdoba, Conil, Tarifa , Benalmádena (477 kms.)

Al final ha llegado el ansiado y temido día D. Como no podía ser de otra manera, cuando me he despertado a las 5 ya no me he podido dormir. ¡Ya decía yo que íbamos mal!. Me he bajado al taller a soldar tomas de mechero y preparar otras zarandajas.
Javier, el check list sigue sin reducirse. :-P.
A las 14.30 he terminado de dejar presentados mis compromisos fiscales, y.... ¡a preparar maletas! Por fin se acerca el momento de la partida.

Momento de partir hacia Cabo Norte. Caldera reluce.
La abuela Maruja, Manolo y Federico vienen a despedirnos a la salida. La abuela nos pone los custodios para este viaje: Fray Leopoldo y San Pancracio. ¡Ya vamos cuatro!
Fray Leopoldo y San Pancracio. Buenos colegas para el viaje. ¡Gracias mamá!
  Jesús me propone hacer la primera etapa conduciendo, y al salir de la cochera primer susto:
-¡Papá la dirección baila una cosa mala en las curvas!.
 Chungo.
A lo mejor hemos dejado algo mal montado con el cambio de cubiertas. La pruebo y veo que todo está bien, aunque la dirección se nota un "poco suelta" debido al petate de la tienda de campaña, el colchón inflable y los sacos. La bolsa dichosa pesa 13 kgs, y la llevamos colocada en la parrilla encima del baúl trasero...

Trasera de Caldera

a los que hay que añadir los casi 100 kgs míos (..y los santos que nos van a vigilar durante el viaje)
-¿Cómo puñetas no va a ir la moto alzada de manos?.
Como primera solución endurezco lo que puedo el amortiguador neumático trasero y va un poco mejor. Al día siguiente redistribuimos lo más pesado a la parte baja de las maletas laterales, con lo que adelantamos todo lo que pudimos el peso, y bajamos el centro de gravedad.
¡Uf! Jesús pensó que no iba a poder conducir ningún kilómetro de Córdoba a Cabo Norte por el peso de la bolsa...y de su padre..
Una vez conocido el origen del problema y que podría tener solución, continuamos aliviados nuestro viaje. Por el camino, a través del intercomunicador, comentamos la idea de ir a visitar a Nacho. El día anterior se había incorporado en Conil a realizar las practicas de sus estudios de Hostelería. Resultó el encuentro intenso y entrañable. Se están haciendo mayores...y yo más.

Nacho y Jesús en Conil
Caldera y su hermana menor Hondita.

Por fin, salimos hacia el verdadero origen de nuestro viaje: Tarifa. La punta sur de Europa.

Llegamos a Tarifa
En la punta sur de Europa
Tenebrosa silueta del castillo de Santa Catalina
  La intención era recibir el ocaso del sol dándonos un chapuzón. Pero llegamos de noche, hacía frío y amenzaba con llover. Así que no nos quedó otra que levantar acta de que habíamos estado allí, hacer unas fotos y tomar el camino hacia Málaga. A un señor que había por allí le pregunté que a qué uso se dedicaba la pequeña península que había en la punta de Tarifa. Me contó que era un centro de estancia temporal de inmigrantes, que estaba vigilado por la Policia Nacional y la Guardia Civil, y que lo suyo sería convertir aquello en un ¿parque temático? Esa idea extraña de aquel señor cobró sentido para mí cuando llegamos al extremo opuesto de nuestro viejo continente.
De paso, no pude evitar pensar que se "acogía" a aquellas personas ,con el fin de que no olvidaran su origen, en el sitio más cercano a la tierra de donde habían intentado escapar .
Ya podíamos partir hacía el otro destino, pero no teníamos previsto donde íbamos a descansar esa noche y ya eran las 11.00 de la noche. Barajamos la posibilidad de tirar hacia Valencia y parar donde el sueño nos derrotase. Si no encontrábamos un sitio donde dormir ya nos arreglaríamos con la tienda de campaña y los sacos, que  para eso  los llevábamos.
Una llamada de teléfono de mi cuñada Mari Angeles nos sacó de nuestras deliberaciones:
-Veniros a casa a Benalmádena y os quedáis aquí a dormir.
La verdad es que la oferta era muy tentadora, pero con las horas que eran, íbamos a llegar muy tarde e iba a ser una gran molestia para ellos. Al final aceptamos su generoso ofrecimiento y llegamos a su casa a la una y cuarto. Nos preparó una cena estupenda y a las dos estábamos en la cama después de haber comentado con Alfonso, entre bostezo y bostezo, los últimos resultados del mundial de futbol.
En casa de Alfonso y Mari Angeles
Dormimos acompañados de Vespas y camiones :-)

La tensión acumulada durante las últimas semanas se iba disolviendo, el cansancio creo que no.

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